jueves, 7 de enero de 2010

Castillo de Olite


El Palacio de los Reyes de Navarra de Olite o Palacio Real o Castillo de Olite es una construcción de carácter cortesano y militar construido durante los siglos XIII y XIV en la localidad de Olite. Fue una de las sedes de la Corte del Reino de Navarra a partir del reinado de Carlos III “El Noble”.

Parece ser que el primitivo castillo de Olite fue levantado sobre una antigua construcción de origen romano del siglo III. Se tiene constancia y pruebas documentales de que los visigodos, posteriormente los primeros Reyes de Navarra (Sancho el Fuerte) y, más tarde, los denominados Teobaldos (siglos XII y XIII), utilizaron y reconstruyeron el primitivo castillo de Olite (Palacio Viejo, actualmente Parador Nacional de Turismo).

En 1350, con Carlos II el Malo, se iniciaron las primeras obras de ampliación con la construcción de la primera capilla de San Jorge, al sur del Palacio Viejo y en la ubicación de las ruinas de la actual, paralelo a la muralla romana y medieval y detrás de la iglesia de Santa María. También es de esa época cuando se empiezan a tener las primeras noticias de la construcción de una gran torre sobre la muralla romano-medieval, más al sur de la mencionada capilla.
A partir de la subida al trono del hijo de Carlos II, comenzaron a realizarse las obras del gran conjunto que conocemos hoy día. Fue Carlos III El Noble quien, en el siglo XIII, comenzó la ampliación del anterior castillo, dando lugar al Palacio de los Reyes de Navarra. Aunque casi todos lo llaman “castillo” lo correcto es referirse a él como “palacio”, ya que se trata de una construcción con carácter cortesano, donde los aspectos residenciales prevalecieron sobre los militares.

Uno de sus principales encantos es el aparente desorden de su diseño. Esto se debe a que su construcción nunca se afrontó como un proyecto de conjunto, debiéndose el resultado final a las continuas obras de ampliación y reformas que se sucedieron durante siglos, aunque la mayor parte de las obras se realizaron entre finales del siglo XIV y principios del XV.

El castillo-palacio de Olite es una de las construcciones más importantes de la zona y una de las joyas de la arquitectura militar navarra, singular por unir elementos militares y residenciales. El recinto se articula en varios núcleos. Uno de ellos es el actual parador que se compone de un recinto rectangular y tres torres. Otra parte es el, mal llamado, palacio de la Reina, que no son sino las ruinas de la Capilla de San Jorge, del Oratorio del Rey, de las Galerías Alta y Baja de la Capilla y de la base de una torre desmocha, de basamento romano, que servía de comunicación entre el Palacio Viejo y el Palacio Nuevo. El último núcleo está formado por una serie de cuerpos alrededor de la torre del Homenaje que es el lugar en el que se encuentran las dependencias reales.

Se denomina Palacio Viejo, el actual parador de Turismo, es un recinto rectangular articulado alrededor de un patio central con tres torres. También hay una serie de torres en la parte central, destacando la torre de los Cuatro Vientos, desde la que contemplaban los torneos los reyes navarros. En las torres hay que destacar la presencia de almenas, cornisas matacanes y toda una serie de elementos dedicados a la defensa.

La parte más espectacular y grandiosa del Palacio, es el denominado Palacio Nuevo. Reconstruido enteramente por Carlos III, sobre una torre central de menor tamaño y altura que ya debió de ordenar construir su padre Carlos II.
Las estructuras se articulan en torno a un gran torreón o donjon macizo, dentro del cual (según la documentación de los Archivos de Comptos de Navarra), se ubicaban las estancias más lujosas, suntuosas y ricas del Palacio. A su alrededor crecieron una serie de dependencias, torres y murallas, en función de las necesidades del Rey, sus ideas, caprichos y recursos económicos.

La mal llamada torre del Homenaje, es una reconstrucción arbitraria y discutible del siglo XX de la llamada Torre de la Vit (en francés, vit es caracol y ese nombre lo recibe porque dentro de ella se aloja la escalera de caracol que comunica las diferentes estancias de la Gran Torre). Recrecida y aumentada en altura con las mencionadas restauraciones, ofrece una imagen muy diferente a la que tuvo en el siglo XIV-XV.

Bajo la Capilla de San Jorge hay una bodega vacía. En los cercanos pasadizos que recorren gran parte de la población medieval de Olite, algunas bodegas comerciales, las aprovechan par depositar allí las grandes botas de vino, pero la bodega de Palacio no tiene utilidad (el acceso es muy precario, por una escalera muy deteriorada).

Está construido en piedra labrada de buenos sillares. La piedra se encuentra bien elaborada y perfectamente colocada tanto en las torres como en el resto de las estructuras.
Debido a los sucesivos destrozos que ocasionaron las distintas guerras que tuvieron como escenario esta zona Navarra, el castillo quedó destruido y no fue hasta el siglo XX cuando se inició su reconstrucción.
El palacio se encontraba ricamente decorado con azulejos y techos de madera tallada, pero toda esa riqueza decorativa que hicieron de Olite un monumento único en su género, quedó volatilizada el 16 de febrero de 1813 en un pavoroso incendio provocado por el terrible y sanguinario General Espoz, con el pretexto de evitar que los franceses, en su retirada, se hiciesen fuertes en él. Los únicos restos que se pueden observar hoy, son los paneles de yeso decorado que se encuentran en la denominada Cámara de los Yesos.

Fue declarado Monumento Nacional en 1925.

(FUENTES: wikipedia.org; castillosnet.org)

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