jueves, 16 de septiembre de 2010

Catedral de Cuenca

Cuenca fue conquistada por Alfonso VIII de Castilla en el año 1177. A continuación la mezquita fue cristianizada como era habitual hasta que se pudieran acometer las obras de un templo ex-novo de tipología cristiana. Esto debió suceder entre diez o veinte años después.
En 1208 se había consagrado el Altar Mayor por lo que la cabecera debió estar construída completamente para esas fechas.
Tradicionalmente, y como sucede con otros edificios de aspecto exótico construídos en Castilla en aquella época, se ha vinculado con la esposa del monarca, Leonor Plantagenet.

Como tradicionalmente se a adscrito la catedral de Cuenca a la corriente franconormanda o, más acertadamente, a la Île de France de la segunda mitad del XII, se piensa que la reina Leonor incluiría en su construcción arquitectos del norte de Francia, que conocían la que se realizaba en Laon.

El caso es que se trata de un edificio que, salvo peculiaridades y simplificaciones, se puede incluir en la categoría de Primer Gótico francés, es decir, perteneciente a esa corriente del siglo XII previa al Gótico Clásico y que tiene sus mejores exponentes en las catedrales de Laon, Soissons y París.

La planta inicial de la catedral estaba formada por tres naves; a la altura del crucero se transformaba en cinco naves y continuaba formando cinco ábsides, siguiendo las trazas del Románico imperante. En el siglo XV los cinco ábsides fueron sustituídos por una doble girola para aprovechar el desarrollo de las cinco naves de que disponía la catedral. Su nueva planta quedaría formada por una planta de cruz latina, tres naves, doble girola y un profundo presbiterio. El crucero está cubierto por una gran bóveda central de influencia anglonormanda.

Lo más notorio es la fachada principal neogótica construída por Vicente Lampérez a comienzos del siglo XX. Esta fachada había llegado a esta época con elementos góticos y barrocos del siglo XVIII pero, en 1902, la torre del Giraldo se derrumbó y se llevó por delante parte de dicha fachada. Así surgió el proyecto del nuevo cerramiento de las naves

Hace poco visité por primera vez esta catedral y quisiera hacer un par de comentarios, para compensar, uno a favor y otro en contra.
En favor, hay que decir que, para ser una de las catedrales más baratas que he visitado (la entrada no llega a 3 euros frente a los casi 6 de algunas catedrales) la visita está muy bien organizada ya que, con la entrada, te dan una audio-guía para que vayas descubriendo paso a paso cada capilla, cada columna y cada relicario.

En contra, debo añadir la mala idea de compaginar en las vidrieras "el estilo abstracto con el arte medieval" (como decía la susodicha audio-guía). Parece ser que, hace unos años, salió a concurso la reestructuración de dichas vidrieras (menos de una de ellas que sigue la original...afortunadamente) y optaron por esta mezcla de estilos que, siempre desde mi humilde opinión, no ha sido muy acertada para una de las catedrales más antiguas de Castilla.

No obstante y, como siempre, os insto a visitarla y disfrutar de su arquitectura.


(FUENTES: catedralesgoticas.es; arteguias.com).

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